"LOS SUELOS SE HICIERON PARA ALGO MÁS QUE SER FREGADOS"
Entrevista a Jordi Griset para Espai D’Arts Barcelona
04 de abril de 2012
Jordi Griset es un catalán que, con mucho esfuerzo y dedicación, supo transformar la timidez y la falta de seguridad que le persiguieron durante toda su infancia y parte de su adolescencia, en arte. Hoy, a sus sesenta y cuatro años y después de vivir las más duras y enriquecedoras experiencias durante la época franquista, está a sólo unos meses de publicar su obra literaria dedicada completamente a la técnica de las baldosas hidráulicas, su origen, método de fabricación y conservación.
Esta práctica tuvo sus orígenes en Italia. Era conocida con el nombre de “al banquetto” y consistía en poner una pasta hecha de barro sobre un molde de madera que se le golpeaba con una maza para consolidarlas pero las piezas resultantes quedaban poco planas y poco uniformes lo que hacía que su utilización fuese sólo en viviendas de muy poca calidad.
Jordi Griset cuenta en su obra cómo han ido evolucionando los pavimentos con el paso de los años y hoy nos adelanta un poco de este contenido para deleite de los amantes del arte y su historia.
Dónde y cómo empieza la historia de las baldosas hidráulicas?
En Francia, en la zona de Ardèche, allí ya existían las fábricas de cemento. Etienne Larmade, hizo un descubrimiento muy parecido al de Joseph Aspdin sobre el cemento portland, había descubierto que la cal hidráulica, sola o mezclada con arcilla calcinada, arena y agua, produce un material duro como una piedra sin necesidad de cocción. Encargó a un herrero de la zona que le fabricase unos moldes tanto para las baldosas como para sus dibujos, lo que ahora se conoce como trepas.
De dónde toman el nombre de hidráulicas?
La baldosa se llama hidráulica porque el cemento se endurece con la acción del agua. Esto es importante recalcarlo porque mucha gente piensa que el adjetivo viene de que se hace con prensas hidráulicas y el uso de prensas fue algo posterior. Al principio las prensas eran de tornillo o de palanca por lo que el nombre no viene de allí.
Cuesta mucho fabricar una baldosa de estas?
A pesar de que ha pasado más de un siglo, la forma de fabricación no ha variado en absoluto, hay que hacerlas manualmente, no hay máquina posible a parte de la prensa, que es sólo para prensar la baldosa una vez hecha, todo lo demás es manual.
Cuál es el proceso de fabricación?
La fabricación se hace dentro de un molde de acero cuadrado que está partido por la mitad de manera que se pueda abrir, como dos “L” para desmoldar fácilmente. Se monta el marco sobre una base de acero muy lisa, pues esta será la parte que nos dará la cara que vamos a ver al final. Una vez encajado sobre la placa base, se coloca el molde del dibujo y luego se echan la primera capa de cemento blanco semilíquido con los colorantes que se han mezclado bien en distintas piletas vertiéndolos en su correspondiente espacio dentro de la figura. Cuando ya están todos los colores se retira la trepa de forma vertical para que no se corran los colores sino que se unan por contacto, luego se llena con una nueva capa de cemento para que absorba el exceso de agua y, finalmente, con una capa más gruesa de cemento portland y arena gruesa, se le pone un “tapón” de unos doce kilos de peso y se prensa, se retira y queda lista la baldosa.
Por qué la pasión por estas baldosas?
Todo esto empezó hace unos quince años. Paseando con mis perros encontré un vertedero de derribo donde encontré varias de baldosas. Me encantó el dibujo y pensé que era una pena que se perdieran, recogí las que pude, las limpié, las barnicé para que subiera el color, las enmarqué y las puse en la pared y sin darme cuenta empecé una colección.
Entonces quise informarme de cómo se fabricaban, de dónde provenían, y me encontré que no había nada escrito sobre el tema o muy poco, de manera que empecé a investigar y decidí escribir un libro.
Lo que estoy haciendo es salvar un patrimonio que forma parte de la cultura catalana. De acuerdo, viene de Francia, pero fue aquí, en Barcelona, donde cogieron su máximo esplendor porque coincidió con el modernismo por allá en mil novecientos básicamente.
Las doscientas piezas que conforman tu colección, ¿son todas de Cataluña?
En realidad son más de quinientas de las cuales cerca de trescientas están colgadas en las paredes de mi casa, las otras las tengo en un pequeño almacén, la mayoría son recogidas aquí en Cataluña pero como tengo amigos en muchas partes también tengo de Albacete, Navarra, la Rioja, y algunas las traje de mis viajes, por ejemplo de Bélgica.
Qué buscas con tu libro?
Informar. Sensibilizar a la gente que tiene pavimento hidráulico y lo cambian por cerámica sin ningún valor, que se den cuenta que tienen arte en casa, porque hubo artistas que en su época decidieron diseñar baldosas hidráulicas como Alexander Riquér, Jocep Pascó, Arturo Mélida o el arquitecto Lluis Domènech i Montaner y tantos otros, lo que quiere decir que esta práctica es arte pero como lo pisamos no lo valoramos.
Y con tu colección?
Hacer una donación a algún museo, de hecho, he intentado donarla al Ayuntamiento de Sitges pero como están las cosas con todo el tema de la crisis, está un poco difícil, lo están estudiando..
Particularmente no lo muestras?
Si alguien me lo pide sí, lo enseño con mucho gusto e ilusión. También es cierto que lo he ofrecido a diferentes centros para exposiciones y hasta ahora nadie se ha interesado.
Qué incluyes en tu libro, aparte de toda la historia y fabricación de baldosas?
Bueno, más de cuarenta catálogos antiguos, o parte de ellos, que he ido comprando a lo largo de este tiempo. Sé que no van a caber todos pero por lo menos uno de ellos sí lo reproduzco entero pues data de 1900, es la casa Escofet y está considerado que es una joya del arte industrial, que puede consultar cualquiera que lo necesite.
Te ha cruzado por la cabeza cómo será la entrada de este libro al mercado?
Este libro lleva más de cinco años gestándose y estaba listo para publicarse dos años atrás, pero me ha llegado información nueva que he ido añadiendo y cuando esté completamente listo buscaré una editorial que esté interesada en publicarlo. Es un libro de arte con muchas imágenes creo que se va a vender bien, lo estoy escribiendo en catalán por ser mi idioma nativo pero también existirá una versión en castellano, inglés y francés; estos son los cuatro idiomas básicos pero espero que la editorial me los pida también en alemán y chino.
Tienes en mente publicar algo más?
Me gusta escribir pero esto es algo nuevo para mí a pesar de haber escrito para algunas revistas antes. Referente a tu pregunta, ¡sí! no daré muchos detalles pero será algo referente al cielo, a la astronomía y también un libro sobre mi vida, no porque yo sea alguien importante ni mucho menos, sino porque viví una época franquista y unas represiones que sí quiero contar porque me parece muy importante que se sepa lo que pasó, porque luego pasará como en los campos nazis y la gente dirá que estas cosas nunca pasaron por no existir documentos escritos.
Cómo querrías que te recordasen quienes te conocen si llegases a faltar?
A todos nos gustaría que fuese como a alguien que hizo algo bueno por los demás, para mí es esto, no quiero ser alguien conocido como Brad Pit, sólo un ladrillo más, un grano de arena más. No pretendo destacar, todos tenemos nuestro sitio en esta vida, todos somos diferentes y por lo tanto importantes.
Jordi Griset, delineante, modelo, actor, gerente, profesor de Yoga, terapeuta de Yuki y amante de los animales ha dejado de lado su polifacética vida para traer el arte a nuestras manos con su nueva obra y nos demuestra con ella, cómo el más pequeño grano de arena puede llegar a convertirse en la pieza de arte más bella e imponente. Él y sólo él podría ver arte dónde los demás no vemos nada especial, porque lo que para nosotros no es más que otra parte de nuestras casas que sólo se debe barrer y fregar para deleite de nuestros invitados y nuestra comodidad diaria, para él, es una pieza fundamental de nuestra historia.
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DE LA REPOSTERÍA A LA CAZA DE LOS GRANDES DINOSAURIOS MECÁNICOS
Entrevista a Jorge Medina Mediavilla para Espai D’Arts Barcelona
14 de marzo de 2012
Es lunes, Barcelona nos cobija bajo un manto más amable que de costumbre en éstas fechas. Estoy sentado en las terrazas de un centro comercial esperando a mi invitado de hoy, el joven barcelonés, Jorge Medina Mediavilla, cocinero y pastelero de profesión con la fotografía como afición principal. Fue él quien escogió el lugar de encuentro. Aquí los niños corren y gritan dando saltos de un lado al otro de la plazoleta central.
Aún estoy cavilando mi estrategia cuando le veo venir. Nadie creería que este hombretón de casi un metro ochenta de estatura es capaz de poner delicadamente tres finas hojas de perejil sobre un plato o crear arte comestible, mucho menos, tener la capacidad de transmitir en sus fotografías el frustrado deseo de Ícaro por alcanzar el cielo.
Jorge nunca estudió fotografía pero ha dedicado doce años de su vida a profundizar en el perfeccionamiento de esta práctica y ha transformado su hobbie en su estilo de vida. Saltó de deleitar paladares, con sus creaciones culinarias y sus deliciosos platos, a las calles de Barcelona armado con su cámara Réflex para inmortalizar el paso de los grandes dinosaurios mecánicos que surcan los cielos catalanes.
Qué le motivó a hacer fotografía?
Mis compañeros de Spotting. Ellos me dijeron que tenía gran un talento y que no lo estaba sacando adelante, fue entonces cuando decidí hacer fotografías de la Barcelona nocturna y me di cuenta que tenía un ojo fotográfico que no todo el mundo tiene.
Cómo fueron sus inicios con la fotografía?
Empecé publicando en una página web americana que se llama Airliners, por allá a los dieciséis años, que fue cuando conocí esta página pero sólo hasta hace cuatro, cuando conseguí mi cámara Réflex, empecé de lleno mi trabajo aeronáutico y publicaciones.
Por qué la aeronáutica ?
Desde los seis meses de edad volaba. Mi madre es extranjera y creo que el subir y bajar de los aviones, me motivó. Disfrutaba viajar y poco a poco me enganché a la aviación comercial, no a la militar porque eso es otro tema.
Dónde expone su trabajo?
Publico a través de páginas web americanas, alemanas y españolas. En algunas revistas sobre aeronáutica o almanaques. Generalmente dónde me piden. Casi siempre son ellos quienes contactan conmigo por e-mail, dónde me piden si puedo cederles una imagen o venderla. En esos casos se llega a un acuerdo económico o se nos otorga una suscripción anual a la revista. Así es como se va uno haciendo hueco entre los grandes del Spotting.
Hay algo que desearía fotografiar y no ha podido?
(Risas) Siempre he querido hacer fotografía erótica, no pornografía, que es distinto, pero para encontrar modelos que quieran hacerlo es difícil, cuesta mucho y si no hay que pagar y bueno… Como no tengo un local acondicionado para eso pues tampoco he buscado la ocasión de hacerlo.
Cuál cree que es su máximo reto?
El día a día. Soy muy exigente y estricto con mi trabajo, si el resultado no me gusta, no publico.
Ha participado en concursos u otras actividades?
Participé en una página de internet con algunas fotografías, recuerdo mucho la primera vez que lo hice, fue para un concurso llamado ¿Cuánto sabes de…? Pero no gané (risas)
Qué es lo más difícil de ser fotógrafo empírico?
Por ahora no encuentro ninguna dificultad, pero en el futuro es posible que aparezcan porque al no tener ningún estudio, quieras o no, a veces te echas para atrás con algunos proyectos.
Ha tenido problemas por alguna imagen que no debía publicar?
Varios. Desde pilotos y propietarios de aviones privados y de aerolíneas comerciales que he fotografiado en situaciones inusuales hasta el robo de imágenes. Pero todas las querellas han llegado a buen fin. El problema de exponer tu trabajo en la red es que cualquiera te lo puede robar o publicarlo como suyo.
Tiene más preferencia por los objetos inanimados que sobre los vivos al momento de inmortalizar una imagen?
No, no tengo preferencias. Trabajo las dos cosas por igual. Utilizo siempre las mismas técnicas en cualquiera de mis fotografías.
Qué técnicas trabaja mejor?
Lo que mejor exploto es la aeronáutica y la vida nocturna, que es en lo que más me centro. Pero me gustaría hacer retrato también porque no te puedes estancar en una sola cosa o un solo estilo de fotografía.
Cómo ha sido ésa transición de la cocina a las calles?
Normal creo yo, imagina de pequeño deseaba ser diseñador de coches por ejemplo pero en la ESO le tomé gusto a la cocina y a la pastelería, de hecho, es lo que estudié; tengo tres títulos en cocina, pastelería y repostería.
Sigue cocinando?
Ahora ya no, aunque sigo buscando. Después de cuatro años trabajando como cocinero me di cuenta que la cocina requiere mucho sacrificio, no ves a la familia ni a los amigos. Puedes llegar a sufrir muchas depresiones por las largas jornadas de trabajo.
Desearía volver a cocinar?
Me gustaría pero con esta crisis es muy difícil. Están muy mal las cosas.
Entre todas sus facetas Jorge realiza reportajes fotográficos para el colectivo 21Prix, colectivo que está conformado por pasteleros de renombre como Jordi Bordas, campeón mundial de pastelería 2011 y Sergi Vela, ganador a la mejor tarta de chocolate del mundo, según la World Chocolate Masters 2009/2010.
Jorge es como usted o como yo, se divierte con su trabajo y disfruta de la tranquilidad que le proporciona la oscuridad y serenidad de la noche. Se queja de que los animales le den por el culo cuando salen huyendo si los tiene a punto de flash. Considera a su familia lo más importante y no entiende cómo esta crisis nos pueda estar jodiendo a todos.
Jorge Medina, allí dónde le vea, se define a sí mismo, en su página web, como un “amante de la fotografía que comparte conocimientos y que al mismo tiempo continua aprendiendo de los demás”.
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LA MEDICINA
EL ARTE QUE LLEGÓ POR CARAMBOLA
Entrevista a Christian Alvez Crujeira para Espai D'Arts Barcelona
03 de febrero de 2012
Es domingo, el sol brilla con intensidad en Castelldefels, Barcelona. Christian Alves, un enfermero de cuarenta años está frente a mí fumando un cigarrillo. Sentados en el único banco color café que adorna la calle, el único testigo de los ires y venires de los residentes de la zona, allí, me cuenta su historia. Es una mezcla de español (por sus raíces) uruguayo (por ser este el sitio en el que creció y estudió), y argentino, aún no lo tengo muy claro, pero alcanzo a detallar en él a una persona optimista, alegre y muy entregada a su familia. Emana tranquilidad y exceso de confianza.
Sus ojos verdes brillan con intensidad al recordar su pasado y su sonrisa no puede ser más amplia al verse tratado como toda una celebrity por este servidor. Se frota las manos con nerviosismo, me devuelve una sonrisa y me suelta un “listo, empecemos” con ése deje tan característico de los extranjeros.
Cómo era tu vida en Uruguay?
Linda. Todo muy distinto. Con los amigos salíamos los unos a las casa de los otros, había vidilla mucho movimiento. Aquí no tengo eso. Aquí es todo tan distinto…
Crees que tu llegada a Europa, ha cambiado tu forma de ver el mundo?
Sí. Me siento más solo porque la gente aquí es muy fría. Siendo inmigrante la gente siempre quiere irse por sus afectos (seres queridos) pero yo no, yo siempre fui inmigrante desde chico cuando me fui a Buenos Aires, luego Montevideo y luego aterricé aquí. Extraño a mis amigos, compartir, estar con ellos. Soy muy sociable y aquí la gente no es así.
Te has sentido rechazado o vulnerado por la sociedad española?
No, para nada. Aunque siempre me decían que aquí te hacían sentir como un inmigrante, un sudaca, pero a mí no por mis rasgos, ¿viste? Porque desciendo de españoles. Al tenerlos así no me discriminan y se me han abierto muchas puertas.
Ha sido igual en la parte laboral?
Sí, me he sentido cómodo. Soy enfermero pero como todo inmigrante he trabajado en lo primero que me ha salido. Un restaurante, cuidando ancianos, fregando platos, eso sí, he hecho muchos amigos pero la mayoría de ellos latinos.
Qué te mantiene con los pies en la tierra?
Mi madre, que hace parte de mi día a día y ahora mi pareja. Las cosas se van haciendo difíciles por el momento que cruza el país. En Uruguay tenía trabajo y si quería lo dejaba y cogía otro, llegué a tener dos o tres trabajos. El trabajo te da vida, vos salís, tienes proyectos… el disponer de dinero te permite planificar.
Pero aquí, al no tener trabajo no puedes disponer, lo que veo es la imposibilidad de una estabilidad económica y laboral y vives con el miedo de que en dos, tres meses se te terminará el trabajo y hay que juntar plata pero para el después
Qué haces para solventar el hecho de no tener un trabajo estable?
Tengo la ventaja de gozar de una pensión y bueno mi madre trabaja, ¡tiene setenta y cuatro años y aún trabaja! Y recibimos una jubilación y una pensión.
Por el momento mis proyectos son estudiar, formarme, porque aquí, homologar mis títulos, tarda mucho más tiempo del que puedo perder en estudiar en cuatro cinco meses. Puedo tener una carrera pero no puedo hacer nada con ella y necesito hacer algo y la homologación puede tardar años, lo que implica un gasto de dinero que es el doble de lo que recibo, por aquello de pedir papeles, sellarlos, homologarlos…
Christian ya no sonríe tanto, al parecer el hablar de su situación económica no le agrada tanto pero debo seguir preguntando, seguir indagando en el por qué de lo que para mí puede llegar a ser conformismo.
Crees que el tema del desempleo es más por causa de la administración pública?
Lo que he visto de los españoles es que prefieren cobrar una ayuda antes de ir a trabajar. Yo prefiero el trabajar, porque el levantarte y tener el tiempo ocupado en el ir y venir, eso ayuda un montón.
El tiempo libre cómo lo distribuyes?
No, en nada. El poco tiempo libre que tengo me lo ocupa mi casa y el conocer Barcelona. Pero tampoco tengo los recursos para salir a pasear.
Ahora sonríe, mientras, yo contengo una carcajada y continúo.
Qué identifica a Christian Alves, cuál es su sello, su filosofía?
Cero estrés!
En este momento de la entrevista las carcajadas encuentran una vía de salida, y cómo no, si el intempestivo grito de alegría recalcando la ausencia de estrés, dio paso a una serie de curiosas gesticulaciones que distrajeron por completo el sentido de mi entrevista. Pero luego de tomar aire y recuperar la cordura atisbo a cuestionar nuevamente:
Es decir, la gente en la calle te reconoce como “Christian Alves, el cero estrés”?
No. La gente me reconoce por mi alegría, sentido del humor…
Pero a nivel personal y laboral, cómo te vendes?
Todo buen rollo, no me complico la vida. Como una persona positiva. El estrés fuera. Alegría total, happy, happy, happy…
Necesito caminar, el sol me abraza. Le propongo a Christian dar una vuelta y luego retomar. Caminamos poco y disfrutamos de las hermosas vistas que nos ofrece la playa de Castelldefels, del tiempo que se nos obsequia y de las tantas personas que como nosotros salieron a aprovechar del día para hacer deporte, salir con los amigos o sentarse tranquilamente en alguna terraza. Miro a Christian.
Cómo te ves en treinta años?
Divino! Todo operado, con cirugía plástica, hecho completamente, como una persona feliz.
Cómo sería tu epitafio?
Nunca he pensado en la muerte, no como algo cercano, no pienso en la muerte. Lo que sí veo, es mi vejez. Me veo muy escandaloso. A veces me veo solo, otras acompañado. No con pareja pero sí con un amigo, un compañero. Alguien que te alcance una taza de té o te mire de vez en cuando si estás enfermo.
Cuál es el mejor instante de tu infancia?
Huy, toda ella fue buena. Pero el secundario, cada momento que viví de él lo hice a pleno.
En el momento de elegir lo que deseabas hacer en tu vida, por qué elegir la enfermería?
Mira, estudié una licenciatura en dibujo y pintura, me licencie y todo. Pero me sentí muy joven y no me creí capacitado para estar frente a una clase con alumnos. Por mi manera de ser tan alegre no pensé que me llegasen a respetar. Entonces dejé las artes y me dediqué a la salud que me llegó un poco así de carambola.
Al principio no le daba bola viste, pero cuando entré en un hospital, estuve con gente, atendí a mi primer paciente… la gratificación que sientes cuando estás salvando vidas… me hizo bien. Sabes que a veces una caricia, una sonrisa, te llenan. Es como el artista cuando se emociona al recibir los aplausos. Cuando vos atiendes a alguien y esa persona te dice “gracias” o se mejora… es lo mejor… es lo mejor que te puede pasar.
A qué le temes?
Al sufrimiento, me duele mucho el sufrimiento ajeno. Soy una persona muy sensible, muy empática y el sufrimiento ajeno siempre me llega. A eso le temo, al dolor.
Apago mi grabadora, agradezco a Christian el tiempo que me ha dedicado y le miro fijamente. En mi cabeza sigue viva la imagen del niño vivaracho y alegre que no se deja atrapar por el estrés y las complicaciones del día a día en el cansino juego del corre que te pillo, pero no sonríe, así que le disparo una pregunta suelta sobre su pareja y sus escarceos por Montjuic, allá, en Barcelona, y entre carcajadas sonoras cierro mi entrevista con su respuesta.
Andáte ya, no jodas!